Sinopsis

En una sola noche, Etta Spencer lo pierde todo. Arrastrada a un viaje en el tiempo, Etta deberá encontrar la forma de sobrevivir en un mundo extraño y peligroso. Nicholas Carter carga con un oscuro secreto que la aparición de Etta sacará a la luz. Nicholas deberá escoger entre su libertad o salvar la vida de la chica que viene de un futuro tan misterioso como codiciable. Perdidos en el espacio y el tiempo, Etta y Nicholas no tardarán en descubrir que solo se tienen el uno al otro. ¿Será suficiente para sobrevivir cuando la traición, las mentiras y el ansia de poder se interpongan en su camino?

Autor(a): Alexandra Bracken
Título original: Passenger | N.° de páginas: 496 | Saga: Passenger #1
Editorial: RBA Molino | ISBN: 9788427204393 | Año de publicación: 2017
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Opinión Personal

Que soy una de esas personas extrañas que no ha leído (aún) la trilogía Mentes Poderosas de Alexandra Bracken, sí, debo reconocerlo, pero no piensen que no lo he hecho porque no me llama la atención, es que no me da la vida para leer todo lo que he comprado o apuntado en mi lista de deseos. Sin embargo, como mi máxima es intentar bajar esa gran lista de pendiente, hace pocos días terminé de leer la primera entrega de su más reciente... bilogía? trilogía?, no importa, lo que sí debo decir es que sin darme cuenta, luego de terminar la lectura, me encontré queriendo seguir leyendo, ¡me sorprendió!

Yo poco o nada había leído sobre viajes en el tiempo, bueno, hasta que llegó a mi vida la serie Outlander —este tema es mejor no tocarlo hoy que luego no hay quien me ponga freno—, pero de verdad que ahora siento que quiero leer más novelas con este eje central.

La propuesta de Bracken quizás no sea la más novedosa del mundo, pero a mí me resultó muy interesante. Desde el comienzo del libro nos encontramos con una historia cuya estructura es muy particular que hace que el lector se involucre con el recorrido que hacen Etta y Nicholas en busca de un objeto misterioso.

Etta (de Henrietta) Spencer es una joven que nunca ha sentido ninguna otra pasión más allá que la que siente por tocar el violín, está en el momento que siente que logrará alcanzar su más anhelado sueño —debutar ante un gran publico como solista— pero lo que no sabía era que su vida daría un giro totalmente inesperado al darse cuenta de que su madre y su profesora le ocultaron un gran secreto durante toda su vida: Etta tiene un don que le permite poder viajar en el tiempo a través de portales. Pero para cuando lo descubre ya es demasiado tarde porque es secuestrada y enviada en un barco que navega en medio del mar caribe con rumbo a Nueva York, PERO EN 1776. Como puede se va adaptando y aceptando que está rodeada de piratas, en una época distinta a la suya y con un destino que nada se parece al que ella planificaba para sí misma. Así que en adelante ella tiene que hacer frente a la búsqueda de un artilugio que puede ayudarle a rescatar a su madre, salvar la vida de su profesora o... cambiar el rumbo de toda la humanidad.

Por poco me toca abandonar esta lectura, digamos que mayo y junio han sido meses algo moviditos en los que mi cabeza va por vía libre haciéndome invertir tiempo en cosas que no son urgente, pero sí necesarias. No obstante, entre una cosa y otra, gracias a que me di una escapada a la casa de mis papás que está bien alejada de la civilización (y de mi archienemigo YouTube), encontré la oportunidad perfecta para conocer a esta autora y a su novela.

Si bien Pasajera parte de un principio más asombroso que verosímil, encontré un punto fuerte en esta lectura; el detalle con el que la autora cuenta la historia hace que se sienta más real de lo que se pudiera creer. Por tanto, el relato esta hilvanado con situaciones y emociones que nos acercan a la historia de manera directa.

Bracken construye esta historia alternando los puntos de vista entre Etta y Nicholas, pero siempre contado desde un narrador omnisciente, lo que da soporte y contexto a cada capítulo. También he de reconocer que este es un libro muy al estilo cinematográfico, por lo que mientras lo iba leyendo tenía la impresión de que era como si estuviera sentada con un bol lleno de palomitas de maíz viendo la gran pantalla. Así que no me extrañaría que pronto una gran productora (cruzo los dedos para que sea Netflix) decida anunciar que ha comprado los derechos.

Quizás el estilo de la autora sea así desde siempre, quizás ya lo saben los que han leído sus anteriores libros, pero para mí fue muy grato encontrarme ante un discurso que es lo suficientemente atrayente como para sentir que veía las escenas y no solo que las leía.

Las primeras páginas son un poco desalentadoras ya que la autora tiene que brindar mucha información para poner al lector en antecedentes y que de esta forma sea más sencillo de entender la posición de los protagonistas, por eso el ritmo quizás no sea lo más sobresaliente de la novela. Pero poco a poco la historia va creciendo y no sabemos cómo puede terminar, de hecho, con cada viaje que realizan Etta y Nicholas se garantiza una acción tras otra y los giros argumentales son tan inesperados que hacen que el desenlace sea imposible de predecir.

Me encantaron los protagonistas de esta historia. Los vi, los sentí y los creí. Lo que más admiré de esta autora, fue sin dudas, la perfección con la que construyó a cada uno de ellos.

Etta es una chica que ni siquiera había cumplido aún los 18 años, vivía únicamente para cumplir su sueño, ha perdido a los pocos amigos que tenía ya que vive en un completo ostracismo en el que lo único que tiene cabida son las prácticas de violín. Por eso son comprensible ciertas actitudes que muestra en la novela. Pero apartando esto, nunca dejó de tener una gran fortaleza e instinto de supervivencia que le permitieron adaptarse al entorno sin volverse loca intentando entender esa capacidad innata (y surrealista) de viajar en el tiempo.

Nicholas me conmovió, él es un personaje que se hace querer por la vulnerabilidad que muestra al haber nacido en una época en la que las personas eran repudiadas y esclavizadas solo por tener un color de piel oscuro. Es un luchador que solo intenta marcar una diferencia en su vida, es perseverante, inteligente, orgulloso y temperamental.
Ahora bien, voy a entrar en terreno fangoso, pero necesario. Todos saben que he repetido un millón de veces que detesto los romances instantáneos, que prefiero esas relaciones que se van cociendo a fuego lento, pero como el universo es sabio y odioso, me puso en el camino esta lectura para demostrarme que toda regla siempre tiene una excepción. Sí, lo he dicho, ya no puedo retractarme, pero entiendan algo, es que en esta ocasión si bien la relación que surge entre Etta y Nicholas puede sentirse bastante apresurada es de cierta forma un tanto necesaria para la continuación de la historia.

En resumen, «Pasajera» es una historia interesante que me sorprendió gratamente, con un estilo muy personal y un discurso muy bien construido, la autora logra equilibrar muy bien la ficción con la realidad lo que garantiza el lector se mantenga leyendo hasta el final sin importar que el inicio haya sido algo lento y que hayan momentos en los que baje el ritmo. Y créanme cuando les digo que el final es WOW.

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