Sinopsis

Si te llamas Martina, llevas siempre la melena recogida, eres absolutamente cerebral...
Si te has formado para ser chef y perteneces al equipo de El Mar...
Si has sentido un chispazo al conocer a tu jefe, Pablo Ruiz, excéntrico cocinero con estrella...
Si no soportas su indumentaria hípster, pero te irías a cualquier parte si él te lo pidiera...
Eres sin dudarlo la protagonista de esta historia...
Y tu vida, tan ordenada, está a punto de cambiar.

Después del éxito de «Saga Valeria», «Saga Silvia» y la trilogía «Mi elección», con más de 400.000 ejemplares vendidos, Elísabet Benavent regresa a la ficción con una historia de amor irrefrenable, súbita, auténtica, un binomio eléctrico, una combinación explosiva que demuestra que en cuestión de amor no se puede negar la evidencia y que no depende de nosotros a quién amar.

Autor: Elísabet Benavent
N.° de páginas: 671 | Saga: Horizonte Martina #1
Editorial: SUMA | ISBN: 9788483658482 | Año de publicación: 2016
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Opinión Personal

*Imagen conseguida en Pinterest y usada sin ánimos de lucro*

Debo empezar esta reseña reconociendo que este libro es especial para mí más allá de la historia que encierran sus páginas, lo cierto es que este libro ha recorrido miles de kilómetros para llegas a mis manos, tantos así que ha conocido tres países desde que fue comprado solo para terminar recordándome que hay amistades que no entienden de distancias. Por eso le agradezco mucho a la persona que me lo regaló por mi cumpleaños ya que ha sido uno de los más especiales que recibí este año.

Yo soy una de esas fan que enloquece cada vez que Elisabet Benavent anuncia que publicará un nuevo libro. Es posible que sea una de las primeras que haga la reserva de ellos y que cuente los días en el calendario hasta que es publicado. Tengo hasta un ritual para leerlos; me desconecto totalmente del mundo exterior (adiós al móvil y redes sociales, además, no intenten venir a visitarme que nadie les abrirá la puerta), vivo a base de emparedados fríos y golosinas el tiempo que dura la lectura y luego, cuando ya lo he acabado, escucho la banda sonora que BetaCoqueta crea en spotify mil veces para guardar en mis recuerdos cada sensación y pensamiento que me ha dejado la novela y sus personajes, para lograr superar la resaca que suelen dejarme.

Pero como mi compromiso con ustedes es ser sincera y tratar de ser objetiva, o por lo menos lo más objetiva posible dentro de la subjetividad propia de dar una opinión acá les he preparado está reseña.

En esta oportunidad, entrando en el Horizonte Martina nos encontramos un par de protagonistas que se salen de la norma de los que suele mostrarnos la escritora; Martina a diferencia de las protagonistas alegres y especiales que la preceden es una chica con una personalidad un tanto fría, que controla cada paso que da y la imagen que trasmite a los que la rodean y no suele sentirse cómoda en situaciones sociales fuera de los fogones. Quizás sea esto por lo que este personaje se perciba lo menos importante dentro de la historia.

En cuanto a Pablo me ha parecido un chico con una personalidad un poco inmadura —que no me refiero a inmaduro en sus acciones o manera de ser, sino más bien a su espíritu— que quizás no eran congruentes con el éxito que refleja su profesión y experiencia.

Pablo..., ese hombre que te hacía volar de placer y esperaba llenar tu alma; un hombre enamorado del amor al que no le importaba hablar de lo que acontecía en lo profundo de esa parte que siente por nosotros.

Todo parte desde el principio de que los polos opuestos se atraen, por lo que en esta primera parte de la bilogía nos vende el hecho de que una chica muy controladora, perfeccionista y arisca como Martina se sienta atraída por un chico apasionado, estrafalario, con un carácter bastante explosivo como es Pablo. Sabiendo previamente que, como en todas las novelas de romance, deberá haber un punto donde esas diferencias dejan de ser un impedimento para que pueda surgir ese amor que nos hará suspirar por todos los rincones. En este caso ese punto donde convergen estas personalidades es la atracción sexual potente que se llega a sentir algo forzada, por lo que no parece del todo natural.



Quizás el problema está en que resulta confuso que primero se nos muestre a una Martina con una personalidad bastante contenida pero que en los momentos de pasión se transforma en todo lo contrario, ahí es desinhibida, segura y dominante, al punto de termina opacando a Pablo y sus intento de conseguir que ella se suelte. Es por esto que la manera de mostrar esas dos caras de los protagonistas y sus interacciones terminan resultando poco coherente, por lo que no la creí del todo. Pasé mucho tiempo tratando de creer o entender la historia entre ellos dos, porque si describe que la protagonista es poco demostrativa pero realmente vive mostrando su amor por las amigas, por ejemplo, terminaba confundida; no sabía si creer en lo que afirmaba o en lo que el personaje hacía.

Mucha gente cree que después de ahogar las penas en alcohol hay ciertas cosas que pueden justificarse. Yo les diría que probaran a emborracharse de melancolía, recuerdos, promesas incumplidas y decepción. Lo que sale de ahí es lamentablemente más justificable, porque son las bajezas de uno, la basura que nos olvidamos de sacar y que terminó pudriéndose dentro de nosotros por más que nos empeñemos en ocultarla.

En cambio, los personajes secundarios me parecieron muy bien construidos. Yo particularmente quedé enamorada de Amaia. Ella tiene un modo único de ser, comportarse y pensar, todos sus gestos e intervenciones son muy originales y únicas. Es un personaje sólido de principio a fin y su evolución es totalmente creíble. De hecho, cada vez que ella aparecía en la historia eran los momento donde yo devoraba el libro. Por lo que a veces quise que este libro fuera sobre ella, la verdad su historia roba protagonismo, no se imaginan cuánto disfruté leer los capítulos de "La fiesta".

El discurso es mucho más maduro, definitivamente la pluma de Elísabet se ha afianzado con un estilo muy marcado en cada página por lo que sus historias se sienten siempre cercanas. Los capítulos son narrados en primera persona, principalmente por la protagonista, aunque cada ciertos capítulos tenemos a Pablo contando su punto de vista. Además de que tampoco se pierden ningún detalle del resto de los personajes, puestos que todo es contado por la voz de Martina, como si ella hubiera formado parte de esos momentos.

—Se acabó el amor de tanto usarlo.
—Quizás. —Me sonrojé.
—Es lo que pasa con el amor..., nadie te cuenta que a veces sencillamente se acaba.

También contamos con el plus de todas las historias de BetaCoqueta, hay montones de frases bonitas y reflexiones que resultan auténticas filosofías de la vida y que como verán no me he podido resistir de poner varios en esta entrada.

Por último quiero hacer mención al que quizás sea el segundo punto en contra en esta novela, el desenlace y el epílogo se ven venir desde mucho antes de que llegue (SE AGRADECE NO HACER SPOILERS SOBRE ELLOS EN ESTA ENTRADA, YA QUE POSIBLEMENTE HAY MUCHAS PERSONAS QUE AÚN NO LA HAN LEÍDO).

En resumen, más allá de los protagonistas, esta es una novela que en general habla sobre animarse a vivir. Todos los personajes, principales y secundarios, deben decidir si es importante apostar por lo que sueñan o si deben mejor seguir esperando. Y aunque la historia al final a mí no me atrapó del todo, igual la disfruté ya que cuenta con todos los ingredientes característicos de Elísabet, ella nos invita a soñar, reír y emocionar, sigue apostando por historias cercanas. De más está decir que ya estoy leyendo Martina en tierra firme, porque no hay libro de Elísabet Benavent que yo vaya a dejar pasar.

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