Sinopsis

Precioso día para una guerra.
A medida que el mundo de los mortales se desliza en el más absoluto caos cortesía de los dioses, Alexandria Andros debe recuperarse de una estrepitosa derrota que la ha dejado fuera de juego, dudando de su capacidad para poner fin a todo de una vez por todas.
Por si no tuviera suficientes obstáculos entre ella y su felices para siempre con el «digno de un desmayo», Aiden St. Delphi , deberán confiar en un enemigo mortal mientras se adentran en el inframundo dispuestos a liberar a uno de los dioses más peligrosos de todos los tiempos.
En un impresionante clímax cargado de acción, Alex deberá enfrentarse a una terrible elección: La destrucción de todo y todos los que conoce… o su propia destrucción.

Autor(a): Jennifer L. Armentrout
Título original: Sentinel | Traductor: Verónica Blázquez
N.° de páginas: 384 | Saga: Covenant #5
Editorial: Ediciones Kiwi | ISBN: 9788416384334 | Año de publicación: 2106
Comprar: Amazon

Opinión Personal

No puedo creer que ya he llegado al final de la saga que tanto tardé en completar. Estos libros lo han tenido todo, suspenso, romance, celos, pero sobre todo acción. Tardé un par de semanas luego de terminar Apollyon en querer leer el último libro porque la verdad es que sentía cierta nostalgia de pensar en despedirme de todos los personajes. Como ya lo he dicho, Jennifer L. Armentrout tiene una pluma que me encanta, porque a base de un lenguaje simple y directo es capaz de mantener al lector atrapado en una trama que pudo haber pasado sin pena ni gloria de no ser por su estilo de crear clima y misterio.

De todos los libros de la saga, este es el que me ha resultado ser más complicado al momento de escribir la reseña, porque por norma me gusta evitar cualquier tipo de comentarios que puedan terminar siendo spoilers para todos aquellos que aún no hayan leído los libros. Pero al ser el quinto libro me resulta un tanto imposible hablar de la trama sin mencionar sucesos o personajes importantes que les puedan dar indicios de lo que ocurrirá en este desenlace. No obstante, intentaré comentar lo menos posible para no desvelar nada importante.

En Centinela nos encontramos con un final que a mí parecer es de los más perfectos que he leído para una saga, es un cierre totalmente acorde con la historia que se venía contando. Alex ha aceptado su destino sabiendo todo lo que puede perder, ella sabe que la única solución para salvar a mortales, puros, mestizos y Dioses, es enfrentarse nuevamente a aquél Dios que la destrozó por completo.

De modo que en este libro veremos un lado de Alexandria que hasta ahora no habíamos conocido. Ella ya no es más esa protagonista valiente o temeraria que se enfrentaba a todo sin medir previamente las consecuencias, ahora está emocionalmente rota; y es que en menos de un año ha vivido más duelos de los que son humanamente aceptable, sumado al hecho de que ha tenido que enfrentarse a algo que la ha dejado totalmente destrozada y ahora ya no sabe cómo lidiar con todos sus miedos.

Así pues, este libro resulta ser un poco más pesado que los anteriores —además de que a mí parecer tiene variar escenas que sobran porque no aportan mucho a la trama—. Y es que la autora nos tenía ya acostumbrados a los relatos cargados de acción constante, por lo que al ser éste el cierre de la historia esperaba que este fuera un sin vivir de acontecimientos. Pero no es del todo así.

La historia empieza bastante lenta, todo se concentra en las emociones y temores que está enfrentando nuestra heroína. Pero ella no se rinde y eso es algo que despierta la admiración del lector. Alex sabe que la guerra ha empezado y es consciente de que no puede quedarse lamiendo sus heridas en un rincón. Es así que en la primera parte del libro va de como ella busca la manera de recomponerse.

Este ha sido un libro mucho más emotivo donde los acontecimientos importantes demoraran en suceder, ya que Jennifer L. Armentrout buscó la manera de hacer que el lector entienda la dualidad a la que se está enfrentando la protagonista. Pero eso sí, cuando comienza la acción, acomódense porque el discurso vuelve a ese ritmo vertiginoso que no da tregua; los sucesos pasan a una gran velocidad sin siquiera permitirnos parar para respirar. Siempre manteniendo ese estilo fresco con el que arma las secuencias en el que es capaz de introducir comentarios irónicos o jocosos en medio de párrafos tensos sin perder el hilo de lo que venía contando.




La autora construyó la historia inteligentemente. Las emociones de los personajes hacen que la historia sea potente y sólida, haciendo que todo gire entorno de la aceptación y la fe en sí mismos.

Durante toda la saga estuvimos armando el gran rompecabezas que había de fondo. Con cada libro íbamos atando cabos y sumando datos que nos han mantenido expectante, por lo que esta última entrega es el desenlace épico de una saga que ha resultado ser súper adictiva.

Hay muchos personajes en esta historia y lo correcto sería hablar de ellos, pero para evitar algún tipo de adelanto que pueda arruinarles la historia solo diré que, aunque algunos han sido un poco estereotipados, han posibilitando una trama completa y equilibrada. Todos han aportado su granito a la historia y más de uno se hacen querer.

Sin dudas alguna, Centinela ha sido un cierre perfecto, coherente, trepidante y adictivo de una saga que se ha caracterizado por sus giros argumentales y el gran diseño de los climas a los que nos acostumbró Jennifer L. Armentrout. Para ser sincera, ya extraño a los personajes.

— Otros libros de la saga —
Para leer las reseñas, click en las imágenes