Sinopsis

Si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te hacen sufrir, las traiciones, las pérdidas y los desengaños...
Si pudieras convertir tu mente en un mural en blanco donde volver a pintar tu vida, ¿lo harías?

Aurora vive en Valira, un pequeño pueblo situado entre montañas. No cree en los cuentos de hadas, pero sí en la magia. Al fin y al cabo, Valira debe su nombre a una reina feérica. Dice la leyenda que la sangre de las hadas aún corre por las venas de sus habitantes, que el pozo del pueblo alberga el espíritu de la reina y que el antiguo carrusel de la plaza posee poderes extraños. No, en Valira nadie se atrevería a negar la existencia de la magia.
La víspera de San Juan, la noche más mágica del año, la mejor amiga de Aurora, Erin, regresa al pueblo después de dos años viviendo en la gran ciudad. Y con ella vuelve Teo, su hermano gemelo, cuya presencia Aurora prefiere evitar. Pero la mirada de Teo no es tal como ella la recordaba, ni su pelo, ni su sonrisa. Y cuando el más poderoso de los sentimientos asoma entre los dos, Aurora empezará a dudar de si acaso estará viviendo la segunda parte de una historia de amor olvidada o… no.
Con una voz potente, actual y profundamente evocadora, Laia Soler teje una historia salpicada de magia que nos arrastra por las turbulentas aguas de la memoria, el dolor y el amor para reflexionar sobre todo aquello que nos une, nos separa y nos hace crecer como personas.

Autor: Laia Soler
N.° de páginas: 320 | Saga: No
Editorial: Puck | ISBN: 9788496886575 | Año de publicación: 2016
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Opinión Personal

Hace unos meses les comenté que me había unido a un club de lectura llamado Folloner@s Club —que ya cuenta con su propio blog, así que pasen a visitarlo—.F Unirme resultó ser más encantador de lo que imaginaba, ya que no solo me ha permitido conocer gente divertida con la que comparto mi pasión por la lectura, sino que me han motivado a leer libros que se salen de mi zona de confort. Nosotros después de las doce de Laia Soler resultó ser un descubrimiento de esos que emocionan hasta la médula. Por eso para mí es importante darle las gracias a todos los chic@s que propusieron esta lectura como una de las generales del grupo, porque de no ser así lo más seguro es que nunca lo hubiera leído.






Nosotros después de las doce nos cuenta la historia de un pueblito de montaña llamado Valira, que está impregnado de misteriosas leyendas, y donde sus habitantes han crecido creyendo en la magia, ya que se cuenta que el pueblo lleva su nombre gracias a una reina féerica que vivió en él y que fue destronada por enamorarse de un humano. Este pueblo está rodeado de bosques hermosos, árboles ancestrales, millones de estrellas en el cielo y un carrusel mágico.

En él ahora vive Aurora, que no solo es Aurora a secas, como ella lo menciona al presentarse, ya que en un pueblo como ese todos son mucho más que un simple nombre, ...es la nieta del Abuelo Dubois, la de los Aldosa o la de los Dubois para los más mayores, Dubois para sus amigos, la de la panadería para los forasteros que se quedan ahí durante al menos una temporada completa... y Au para Erin...—me reí tanto con esta descripción que hace de su nombre que tuve que ponerlo acá—.

Su mayor problema es que ha terminado el instituto y con 17 años se enfrenta a la duda que todos hemos tenido alguna vez, ¿qué hacer ahora con su vida? En eso anda cuando regresan al pueblo la familia Lluch Castellbó luego de haberse marchado dos años atrás. Es decir, su mejor amiga Erin y Teo, el gemelo de ella, están devuelta en el pueblo en ese último verano que pasarán todos sus amigos juntos antes de que se marchen los que sí tienen claro que han decidido hacer con su futuro.

Aurora es una chica que controla todo lo que siente y piensa, por eso le resulta bastante complicado admitir que siente una fuerte atracción por Teo, algo en su interior no le permite aceptar esto tan fácilmente, por lo que tendrá que decidir si debe hacer caso a los presentimientos de su abuelo o vivir el momento.






Pero para hablarle de los personajes debo mencionarles que todos ellos fueron perfectamente construidos, tanto así que me hicieron sentir que que los conocía de toda la vida.

Teo es un chico inteligente, sensible, simple y muy maduro para su edad, nos enamora desde su primera aparición, él nos da esa óptica optimista y sonriente necesarias para no perderse dentro de tantos miedos e inseguridades. Aurora en cambio, es una chica que definitivamente no cree en los cuentos de hadas, los detesta por así decirlo, pero aún así que cree en la magia y en el pasado místico que encierra el pueblo en el que se crió, ella conoce de primera mano el poder que hay en el carrusel familiar.

También encontraremos varios personajes secundarios primordiales muy particulares, cada uno de ellos aportan un ingrediente especial, por lo que son cruciales para el desarrollo de la trama. Yo particularmente sé que extrañaré eternamente al Abuelo Dubois.

En esta novela no hay escenas de sexo ni erotismo, pero entre los personajes se establece un vínculo tan íntimo y personal como pocas veces he leído.

*Fan-Art hecho sin ánimos de lucro con imagen conseguida en Pinterest*

Laia Soler nos sorprende con una historia donde el tema central es la magia, pero no esa que se encuentra encerrada en las novelas de fantasía, sino más bien la que está dentro de esas tradiciones y leyendas antiquísimas de cualquier pueblito perdido que siguen en el mapa gracias a los turistas que no dejan de visitarlos por la belleza del ambiente o por las actividades vacacionales que se puedan realizar en él.

Así que entenderán que la autora nos ha regalado una historia que incluye elementos fantásticos en la narración, pero buscando profundizar en la realidad de los personajes y del ambiente.






Cuenta con un discurso muy reflexivo y muy sentido, con grandes diálogos —mucho de ellos son verdaderamente hilarantes— donde se muestra una intimidad muy palpable. La historia está narrada en primera persona por la voz de Aurora, con algunos capítulos intercalados contado por los recuerdos. No hay una escena de más en esta novela porque cada momento vivido por los personajes es importante para el nudo central de la trama.

En Nosotros después de las doce hay una mezcla de amor adolescente, tristezas y dolores que necesitan ser olvidados, reencuentro, familia y mucha amistad. Laila Soler posee una pluma tan chispeante como tierna que hacen que les recomiende que lean cada párrafo con atención, porque hay frases y declaraciones que son para subrayar y atesorar; este libro es muy profundo y posee una construcción de ideas tan emotivas como importantes que atesoraré siempre. Leerlo resultó ser una experiencia sin igual, definitivamente debo leer sus otros dos libros.