Rachel tiene veinte años, un novio atractivo y cariñoso, un grupo de amigos maravillosos y todo el futuro por delante. Pero unos días antes de que se marche a la universidad, durante la cena de despedida, ocurre una terrible desgracia.

Cinco años después vive sola en un piso minúsculo de Londres, con un trabajo sin futuro, aislada de todos y con un eterno sentimiento de culpa por aquel trágico suceso que lo alteró todo. Haría lo que fuera por dar marcha atrás al reloj, pero la vida no funciona de esa manera... ¿O tal vez sí?

Cuando regresa a su pueblo por primera vez desde aquella noche, sufre una caída y se golpea la cabeza. Al despertarse en el hospital, todo ha cambiado. Es como si su vida hubiera tomado un rumbo distinto desde el día de la despedida. Está comprometida con un chico fantástico, vive rodeada por su familia y sus amigos, tiene la carrera profesional con la que siempre había soñado, y su mejor amigo sigue a su lado. Pero ¿por qué no consigue deshacerse de esos extraños recuerdos de una existencia muy distinta? Y ¿ya tiene claro quién es el amor de su vida?

Autor(a): Dani Atkins
Título original: Fractured | Traductor: Eduard Portas i Requena
N.° de páginas: 304 | Saga: Autoconclusivo | Editorial: Plaza & Janés
ISBN: 9788401347405 | Año de publicación: 2015
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Me encanta cuando la casualidad obra a mi favor con las lecturas y me permite encontrar con novelas como La otra vida de Rachel, ya que cuando decidí leerla no imaginé que podría disfrutarla tanto. Esta historia no es predecible y tiene un trasfondo que logra sorprender al lector una vez se llega al final de la novela.

Para empezar, me gustaría comentarles que yo siempre trato de ponerlos un poco en antecedentes cuando doy mi opinión de las novelas, pero en este caso en particular considero que ya la sinopsis da la información justa y necesaria; por eso, no diré mucho más, ya que yo solo tenía ese dato, además de haber visto la portada original cuando lo compré, por lo que ahora siento que esta es de esas historias a las que hay que entrarles a ciega, ya que resulta mucho más maravilloso ir descubriendo poco a poco lo que se encuentra dentro de sus páginas.

La historia empieza cuandoRachel y sus amigos están por separarse hasta el siguiente verano ya que han terminado el instituto, unos se irán a la universidad y otros a seguir su propio camino; así que para celebrarlo, deciden ir a comer al restaurante que tanto les gusta, sentarse en su mesa favorita junto al ventanal y disfrutar de una buena comida. Pero lo que nunca se esperaban es que el destino le hubiera preparado una terrible sorpresa en el que un accidente les cambiaría la vida a todos drásticamente.

Portada original

Al principio el discurso me resultó un poco lento, además de que el giro que da la historia luego de la caída que sufre la protagonista fue algo confuso. Pero ya pasado unos pocos capítulos, y sin darme cuenta, me enganché del todo en la trama.

Me encanta cuando los protagonistas se van ganando el corazón del lector a medida que los vamos conociendo. Rachel va narrando de manera muy emotiva su historia. Ella empieza contando la felicidad y nostalgia que siente al encontrarse a punto de despedirse de sus mejores amigos y ese miedo rico que experimenta al estar a punto de iniciar una nueva aventura en la vida. Pero a las pocas páginas de empezar y de forma muy desgarradora pasa a contar el choque emocional que vive al despertarse luego del accidente y sentirse culpable por sobrevivir. Es ahí donde surge la magia en este libro, porque es cuando las emociones de la protagonista cobran intensidad, al punto que al finalizar esta historia uno huele su perfume, reconoce el tono de su voz, pero sobre todo, uno ama profundamente cada emoción que habita en este personaje.

Si bien es cierto que en algunos momentos el personaje se siente excesivamente pesimista y derrotista, tampoco son características de su personalidad que predominan. Todo lo contrario, ella es una completa luchadora que defiende hasta con los dientes esa realidad que considera como suya; a ella le da igual si todos la creen loca o si piensan que el golpe la afectó más de lo que dicen los resultados de los exámenes médicos.

Los otros personajes son realmente secundarios. Incluso Jimmy, quien es ese amigo incondicional que no la abandona en esta búsqueda y que tiene todo el protagonismo en la vida de Rachel.

También la acompañan en este viaje su papá, personaje clave en la historia, que nos demuestra todo el amor que siente por ella, Matt, su (ex)novio, Sarah, la mejor amiga con la que no tiene ningún secreto y los otros chicos del grupo. Todos son diferentes en personalidad, e incluso, las emociones que Danit Atkins les imprimió lograron que la trama cobrará profundidad e intimidad.

Todo aquí resulta ser sutil y orgánico. La frescura y naturalidad del discurso, sumado a la facilidad con la que se puede empatizar con la protagonista han logrado crear un libro adictivo que los mantendrá alerta a lo largo de la lectura.

La otra vida de Rachel es un libro que me sorprendió, porque a pesar de que parte de una premisa algo singular, termina enganchando por su originalidad, al igual que cuenta con un hermoso mensaje sobre superación y segundas oportunidades. La historia es de esas que te permite disfrutar cada tramo del viaje y generando interés por conocer su final impactante —y algo agridulce—. También habría que destacar la capacidad de la autora para crear un personaje tan profundo, emotivo, auténtico y real.